Imagen de las atrocidades que se comenten el la Amazonia, el simpático pulmón verde de nuestro planeta
La Amazonía brasileña perdió en junio pasado 578 kilómetros cuadrados de cobertura selvática, área un 33,6% inferior a la devastada el mismo mes del año pasado (870 kilómetros cuadrados), informó hoy el Gobierno.
El área devastada fue medida por el estatal Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE) mediante el Sistema de Detección de Deforestación en Tiempo Real (Deter), un método de vigilancia por satélite que permite tener datos actualizados sobre la deforestación, pero cuyos resultados son limitados debido a que dependen de la nubosidad en la región.
El área del mayor pulmón vegetal del mundo destruida puede ser incluso mayor que la medida debido a que el 43% de la región analizada estaba cubiertas por nubes en junio pasado.
El INPE aclaró incluso que la deforestación en junio no puede ser comparada con la registrada en mayo (123 kilómetros cuadrados), ya que en ese mes el 62% de la Amazonía estaba cubierta por nubes.
La reducción de la deforestación en junio en comparación con el mismo mes del año pasado fue destacada por el Instituto debido a que es precisamente en este mes que comienza el período de sequía en la Amazonía, que es aprovechado por los agricultores para incendiar los bosques y poder aumentar sus áreas de cultivo.
Además de mostrar una reducción de la destrucción de la Amazonía en junio, las cifras divulgadas hoy también indican que el índice de deforestación ha caído en el último año.
De acuerdo con los datos del Deter, la Amazonía brasileña perdió en los doce meses entre julio de 2008 y junio de 2009 un total de 3.862 kilómetros cuadrados.
Esa área fue menos de la mitad de los 7.823 kilómetros cuadrados de selva que fueron devastados en los once meses entre agosto de 2007 y junio de 2008.
Brasil viene reduciendo gradualmente en el último año la destrucción de la Amazonía provocada por agricultores, ganaderos, colonos y madereros.
El Ministerio de Medio Ambiente alega que esa disminución es resultado de las medidas adoptadas por el Gobierno para proteger la Amazonía y no de la crisis económica global, como alegan algunos ambientalistas.
Brasil adoptó varias medidas para combatir la devastación provocada por colonos y agricultores y por la tala ilegal de bosques a partir de enero de 2008, cuando se constató que la destrucción de la selva venía creciendo.
Tales operaciones incluyeron la movilización de unos 1.000 policías y fiscales ambientales, el cierre de madereras clandestinas y restricciones al crédito a hacendados que no demostraran su compromiso con la preservación.
Según los últimos datos oficiales calculados con las metodologías más precisas del INPE, que no están condicionadas a la nubosidad, la Amazonía brasileña perdió entre agosto de 2007 y julio de 2008 cerca de 11.968 kilómetros cuadrados, un área equivalente a la mitad de un país como El Salvador.
Esa área de selva devastada y convertida en pasto fue un 3,8 por ciento superior a la perdida el año inmediatamente anterior (11.224 kilómetros cuadrados).
Hace 3 años
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