¿A nadie le importa el cocodrilo enano?

En la imagen, un joven -y simpático- Paleosuchus que vive feliz ignorando que su especie es ignorada


El desinterés por el Cocodrilillo (Paleosuchus palpebrosus), especie de la familia de los reptiles, es la principal amenaza para la conservación de este animal que en Bolivia se encuentra en los departamentos de Santa Cruz, Beni, Pando, Norte de La Paz y Cochabamba.
Según el Libro Rojo de la Fauna Silvestre de Vertebrados de Bolivia, del Ministerio de Desarrollo Rural, Agropecuario y Medio Ambiente, la falta de atención y desinterés por esta especie radica en lo poco atractivo para el uso de su piel y otros derivados.
El citado libro también menciona de indicios que dan cuenta que el Cocodrilo es comercializado como mascota en algunas regiones del país, lo cual se constituye en otro riesgo para este animal.
La destrucción de sus hábitats de posible uso por la especie durante su desarrollo, es otro tipo de peligro al que está expuesto el Paleosuchus palpebrosus, que generalmente vive en regiones menores a los 900 metros sobre el nivel mar.
Sin embargo, la mencionada bibliografía sostiene que el mayor peligro para la conservación del Cocodrilillo “es la ausencia de datos técnicos biológicos que revelen más sobre su biología e historia natural”.
Por esos factores esta especie está ubicada en la categoría de Bajo Riesgo (LC) o de preocupación menor, lo cual significa que sus poblaciones no presentan riesgo alguno de sufrir alteraciones.
Las medidas de conservación de las Áreas Protegidas del TIPNIS, Madidi, Pilon Lajas, Noél Kempf Mercado, Carrasco, San Matías, Otuquis, y Manuripi Heath, también protegen a este reptil.
En Sudamérica, el Paleosuchus palpebrosus se distribuye en la Cuenca del Amazonas y la del Orinoco, a menos de 900 metros sobre el nivel del mar.
En época seca, generalmente se lo encuentra habitando solo en las orillas de ríos cerca de los barrancos entre ramas de árboles caídos.
Construye montículos de barro y hojarascas, donde deposita de 10 a 15 huevos. Se asume que la dieta para esta especie está basada de invertebrados acuáticos y terrestres, además de vertebrados como ranas y peces.
Es el más pequeño de los crocodilidos, puede evidenciarse dimorfismo sexual a través del tamaño. Los machos adultos alcanzan longitudes máximas de 1,5 a 1,6 metros y las hembras llegan hasta 1,2 metros de longitud. Su piel posee conchas fuertemente osificadas sobre todo en la parte dorsal y ventral, dorsal. Lateralmente es negro presentando líneas transversales amarillas en los costados, ventralmente las conchas se combinan blanco con negro jaspeado.
El ancho del hocico es notablemente menor, con relación al Caiman yacare y al Melanosuchus Níger, especies que viven junto al cocodrilo en algunos cuerpos de agua.