Mapaná o Cabeza de Lanza, la simpática serpiente originadora de casi todas las mordeduras en Colombia
Entre las plantas están algunas relacionadas a la caoba, el limón y el mango, especies que, según los investigadores, tienen propiedades antiofídicas que contrarrestan el veneno de serpientes como la mapaná y la cascabel y las cuales son objeto de estudio del Grupo Productos Naturales de la Universidad Nacional (UN) en Medellín y del Serpentario de la Universidad de Antioquia.
El trabajo investigador “echa mano” de la sabiduría popular de los pobladores de regiones del Chocó y de Antioquia que han usado tradicionalmente estas especies vegetales como antídoto para el veneno que producen los reptiles.
“Lo que nosotros queremos aclarar es que no pretendemos sustituir la terapia del suero. Hemos visto que el uso de muchas de estas plantas prolonga la vida de la persona que ha sido mordida por la serpiente mientras alcanza a llegar a un centro de salud. Inclusive, algunas tienen una actividad que potencia la actividad de los sueros, entonces la idea no es sustituir el uso de estos sino presentarlo como una alternativa o un coadyudante en el tratamiento”, resaltó Tatiana Lobo, docente investigadora de la Escuela de Química de la UN en Medellín.
Por eso, una de las ideas de los investigadores, que llevan trabajando varios años en el tema, es lograr que en las zonas donde más se presentan casos la gente conozca cómo se preparan las plantas y cuáles son sus principios activos.
"Las plantas serían una gran alternativa frente a los casos de mordeduras de serpientes, porque en el país ya no se produce suero antiofídico y éste es muy costoso", resaltó la docente.
La investigación tendría además un gran impacto, si se tiene en cuenta que en promedio se registran 2.675 mordeduras de serpiente al año, con una mortalidad entre cinco y nueve por ciento. Entre el 90 y 95 por ciento de los ataques son causados por la mapaná (Bothrops atrox). El nueve por ciento de los supervivientes presenta secuelas, la mayoría de ellas por pérdida de un miembro.
Por ahora, los estudios se concentran en la consecución de las sustancias activas de las plantas. El proceso es seguido en la UN en Medellín donde se hacen los extractos y se identifican las moléculas activas para luego remitirlos al Laboratorio de Ofidismo de la Universidad de Antioquia, con el fin de realizar pruebas de bioensayo de la planta y observar cuánto inhibe la toxina del veneno.
Hace 3 años
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