"Goteras" judiciales

Simpática gota de agua preparada para salir en estampida a la menor perforación de la tubería donde reside


Una fuga de agua en una tubería perforada ha inundado esta mañana algunas zonas del Palacio de Justicia de Barcelona, donde sólo se están tramitando las causas más urgentes y con los medios de hace un siglo, ya que no funciona el suministro eléctrico ni la conexión telefónica. Según han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), la fuga de agua se ha iniciado a las 09.00 horas, al parecer por una tubería que ha reventado, y ha llegado a inundar uno de los patios del área de presidencia del alto tribunal catalán.
Precisamente, en la zona afectada por la inundación se encuentra el cuarto que aloja el cuadro eléctrico, por lo que como medida de precaución se ha tenido que cortar el suministro de luz en todo el edificio, que aloja las dependencias y salas de vistas del TSJC y de la Audiencia de Barcelona.
Por este motivo, se ha restringido el acceso del público al Palacio y sólo se permite el acceso de las personas que acuden al edificio para realizar trámites urgentes.
La falta de luz y de conexión telefónica -ya que la centralita también funciona con corriente eléctrica- está paralizando la actividad en el Palacio de Justicia, aunque el número de juicios afectados es mínimo, dado que en estos últimos días de julio son pocos los señalados.
Las escasas vistas que se mantienen se están llevando a cabo con medios propios de hace un siglo, como es el caso de un recurso de apelación que se está celebrando en el TSJC y en el que, en una práctica decimonónica, el secretario está anotando las declaraciones a mano.
Varias dotaciones de los Bomberos de Barcelona están tratando de achicar el agua acumulada en los patios del Palacio de Justicia que, por el momento, no ha llegado a afectar a las dependencias del archivo, donde se custodian centenarios expedientes en papel, mientras los técnicos evalúan el alcance de la avería.
El Palacio de Justicia, que fue construido entre 1897 y 1898 por los arquitectos Domènech Estapà y Enric Sagnier, es un edificio de gran valor artístico e histórico que en sus monumentales fachadas combina motivos clásicos y modernistas.